¿Qué respuestas obtuvieron de las autoridades provinciales en las reuniones que mantenían todas las partes?
Nunca hubo reunión en el ministerio con todas las partes. Sí, escuché por los medios como que iba a haber algo de eso, pero nunca existió. Sí, después que la Defensoría pidió la audiencia después de insistir varias veces con el ministro de salud, sí hubo una reunión. El ministro de salud llamó al director ejecutivo del hospital donde se le dijo que era una decisión de organizar esa unidad desde el hospital.
¿Esa unidad se encuentra en funcionamiento actualmente?
El proyecto que nosotros siempre presentamos fue una unidad de máxima, con lo que uno necesitaría con más horas. Bueno a partir de que el ministro de salud le indicó al director que él debía decidir y organizar esa unidad como de mínima, con la mima gente del hospital readjudicando horas de trabajo. Bueno, ese proyecto está, se elevó a dirección y quedó ahí.
¿Por qué motivos no se quiere restituir el CMI?
El argumento es que no debe centralizarse en el hospital de niños este tema, que todos deben hacer todo. Al que le llegue un caso de maltrato tiene trabajarlo. Nadie niega que en la atención primaria todo el mundo tiene que saber reconocer y hacer una atención inicial. Pero sí tiene que haber un lugar de referencia para hacer un correcto diagnóstico. No es fácil evaluar si es un maltrato o no es un maltrato. Y tiene que ser gente que mínimamente tenga una formación y una experiencia en el tema.
¿La institucionalización del comité requiere de importantes recursos económicos?
Si bien no es que esta unidad requiera grandes cantidades de recursos porque son algunos nombramientos de horas nada más, la parte física se puede reacomodar. O sea, es una cuestión presupuestaria en parte, pero principalmente una cuestión política. El tema de la violencia familiar, ya sea contra la mujer o contra los niños son decisiones políticas que si bien se ha avanzado mucho. Y también está el otro problema de la nueva ley de infancia que se dictó en nación en 2005 que acá se sancionó hace dos meses. Creo que no se terminó de reglamentar, eso crea un cambio en todo lo que tiene que ver de quienes son las personas que actúan ante un maltrato infantil. Antes era juzgado de menores, ahora eso salió y pasa a un ente administrativo que es la Subsecretaría de la niñez y de la adolescencia y la verdad que sigue siendo poco claro.
¿Qué consideración tiene ante la negativa de reabrir el CMI?
Que es político todo esto. ¿Se quiere actuar fuertemente o no? Lo que uno siempre dice es que está bárbaro que se trabaje con los chicos en situación de calle porque hay que hacer algo. Pero si no hacemos algo para tratar de que no lleguen a esa situación de calle, ya estamos llegando tarde. O sea si vamos a empezar a poner el ímpetu en los chicos de 12, 13, 14 años que están en la calle, delincuencia, droga. Hagamos algo, empecemos a trabajar con los más chiquitos para que no lleguen a eso.
¿Cuál es el próximo a paso seguir?
Seguimos con el apoyo de la Defensoría, los consultamos a ellos en varias cosas. También hay un grupo en la Sociedad Argentina de Pediatría. Para las Jornadas del año que viene, las Jornadas de Pediatría del Litoral, vamos a hacer una presentación de todos los años de trabajo.
¿Llevaron su reclamo al poder legislativo?
El poder legislativo acudió a nosotros muchísimas veces. Hay muchos proyectos. Hubo un proyecto de Mónica Peralta, hay un proyecto de Silvina Frana. Después, Liliana Loyola fue senadores. Los senadores estaban absolutamente de acuerdo en que el comité tenía que existir. Pero bueno, así estamos. Esto es una decisión política de qué se quiere hacer con la niñez, con este tema, con educación, con todo. Esto hay que trabajarlo en interdisciplina e interinstitucionalmente. Necesitas de salud, necesitas de desarrollo social, de educación, de la justicia, de la policía.
¿Qué relación mantenía el comité con la justicia santafesina en el abordaje de los casos?
Lo que nosotros habíamos logrado era una muchísima mejor relación con la justicia, con la policía también. De trabajar en conjunto, de aprender juntos. Con los jueces de instrucción que eran los que manejaban el tema también nos han llamado. Pero la justicia también está pasando en este momento por un problema muy serio. Porque es como todos. Se modifican las leyes, pero no se crean los presupuestos para que se puedan articular. El problema más grave que nosotros pasamos no fue por ahí el niño que nos llegaba desde salud al hospital sino porque la justicia debe tener un equipo interdisciplinario que debe el que desde la justicia llevar a cabo lo que requiere el juez. Como no lo tiene, a pesar de que la ley dice que lo tiene que tener, recurrían acá. Nosotros detectamos e informamos a la Justicia que es la que le tiene que poner el sello y catalogar si hay delito o no hay delito.
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